No robar, no mentir, no ser ocioso
El
Presidente de Bolivia, Evo Morales, invocó
a los enviados de la Cancillería española en Austria, mientras se mantuvo secuestrado
en el aeropuerto de Viena junto con el avión presidencial que lo llevaba a su
país e intentaban registrarle la nave, tres
principios que rigen en la
Constitución Política de Bolivia y que provienen de su normativa
ancestral de comportamiento: No robar, no mentir y no ser ocioso.
Estas tres máximas le bastaban al Presidente Morales para asegurar a los
esbirros de USA, que dentro del avión no iba escondido Edward Snowden, el
espía estadounidense,ex de la Cia que estaba huyendo por el mundo buscando
asilo ante la persecución mundial del
gobierno de su país por haber revelado secretos del espionaje de que somos objeto miles y miles de seres humanos
de la tierra.
El
Presidente Morales explicaba después, que
a él no le cabía en la cabeza que no pudieran creerle haciendo valer esos
preceptos sagrados del mundo indígena
porque él es indígena y porque tal es el
respeto de tales principios, que solo basta con invocarlos, él no llevaba al
interior del avión al ex espía de la Cia y bastaba con su palabra. Esa es la
moral andina precolombina, la filosofía político-social no solo de Bolivia sino que también de Perú y
Ecuador.
Que
abismante separación entre el mundo de los ex conquistadores y nuestro mundo latino. La cosmovisión
europea actual que se llena la boca con
los derechos humanos, el respeto y la unión de los europeos para que
siempre haya paz y que distinto es el estándar empleado con el representante
legítimo y democrático de una pequeña nación que está situada en el corazón de
América del Sur y que late con fuerza pidiendo respeto y dignidad en el
concierto regional y mundial. Menos mal que el Presidente de Bolivia no está
solo, lo acompañan sus colegas sudamericanos al reunirse la Unasur en Cochabamba
hoy 4 de Julio de 2013; que curioso y sincrónico, justo el día en que el imperio celebra su liberación y cumpleaños.
Hay
otros latidos en América Latina, ya hace
tiempo que se han ido anunciando voces de unidad y de dignidad. Sigan así,
vamos por buen camino.
Bravo Marcia. Y pensar que viena y la paz fueron parte de un mismo imperio.
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